Al ser un compromiso a largo plazo, uno de los primeros puntos que hay que evaluar antes de solicitar un crédito hipotecario, es tu capacidad de pago o capacidad de endeudamiento, es decir, el monto máximo que puedes destinar a una deuda sin poner en peligro tu integridad financiera. 

Para ello, es importante tener en cuenta una serie de conceptos y realizar algunos cálculos, como:

  • Determinar nuestro ingreso mensual, lo cual debe contemplar, además de nuestro sueldo, cualquier otro tipo de renta que percibamos, como arriendos, pensiones, inversiones, etcétera. 
  • Calcular el monto de egresos, es decir, la suma de todos los pagos fijos que se realizamos cada mes para cumplir con nuestros compromisos financieros, como el arriendo, pagos de servicios básicos, colegiaturas, alimentación, transporte, entre otros. 

En los egresos, es importante incluir un monto para gastos no contemplados en nuestro presupuesto para gastos anuales, como seguros y vacaciones, y para alguna emergencia financiera que pudiéramos tener.

Una vez teniendo estos montos, se deben restar los egresos (gastos) a los ingresos, el resultado representa el saldo o la capacidad de pago para asumir un crédito hipotecario.

Por lo general, se recomienda que los gastos fijos de quien solicita un crédito no superen el 30% de los ingresos mensuales, y que el monto total del préstamo sea máximo equivalente al 25% del ingreso total de quien está solicitando el crédito hipotecario o en conjunto con su aval. 

Además, existen otras formas de poder realizar estos cálculos de forma sencilla:

Simuladores. En las páginas de casi todos los bancos encuentras simuladores donde podrás llenar el formulario con tus datos y te arrojará, de manera automática, el monto que te sería prestado. Además, es posible realizar comparativos entre las diferentes opciones de créditos para que elijas el que mejor se adapte a tus posibilidades e intereses. 

Asesor. Hacer la petición de un crédito para comprar una vivienda junto a un asesor financiero también es una buena opción, ya que ellos entienden a la perfección todos los conceptos, te aclararán tus dudas, te harán algunas sugerencias y te acompañarán a lo largo de todo el proceso.

¿Por qué es importante?

Calcular tu capacidad de pago es importante para las instituciones financieras, pues es un indicador de solvencia y disciplina económica, lo que indica que el crédito será pagado en su totalidad.  En el caso de las personas, te da una idea de cómo están sus finanzas para adquirir un compromiso de esta naturaleza y poder afrontarlo en las mejores condiciones, sin afectar tu estabilidad económica.

Si bien, al solicitar un crédito hipotecario las instituciones financieras piden una serie de datos para realizar estos cálculos, es conveniente antes de acercarte al banco, hacer los cálculos de capacidad de pago, esto te ahorrará tiempo en caso de que aún no estés en las condiciones de adquirirlo.

Además de analizar la capacidad de pago de un cliente, de acuerdo a sus ingresos y compromisos financieros, el banco hace la revisión del historial crediticio, analiza que los ingresos sean reales y que los gastos mensuales sean acordes a su realidad económica; con base en ese análisis determina cuánto puedes destinar para pagar una cuota de un crédito y así definir el monto, el plazo más te conviene, y la tasa de interés de acuerdo con la vigencia y el tipo de crédito.

En la actualidad, existen condiciones de créditos hipotecarios con tasas muy atractivas, un factor que es conveniente considerar si tu situación te lo permite.

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