Hoy los consumidores latinoamericanos están ejerciendo prácticas de pago más limpias, priorizando transacciones digitales y cambiando su método de pago preferido de efectivo a tarjeta de débito y crédito (72% de los consumidores prefiere el uso de tarjetas de débito, 63% tarjetas de crédito, por encima del 44% que prefieren efectivo, de acuerdo con información de VISA).
Aunque ambos tipos de tarjetas, crédito y débito, son en esencia métodos de pago que permiten realizar transacciones sin necesidad de traer efectivo, vale la pena conocer sus diferencias, así como sus implicaciones para elegir la que más se ajuste a nuestras necesidades y perfiles de consumo.
Tarjetas de crédito. Permiten realizar transacciones en línea y en comercios físicos, siempre y cuando el monto no rebase la línea de crédito autorizada por la institución bancaria. Asimismo, por medio de ellas es posible acceder a promociones a meses sin intereses y la mayoría de ellas cuenta con seguro antifraudes. Pero más allá de los programas de beneficios y la capacidad de endeudarse, lo más importante de este tipo de plásticos es que crean un buen historial crediticio que te permitirá con el tiempo el acceso a créditos inmobiliarios o de auto, con mejores condiciones, para empezar a construir tu patrimonio.
Desventajas. Cuentan con una línea de crédito que puede rebasar la capacidad de ingreso mensual del usuario y si no se cubre en su totalidad el dinero gastado durante el periodo, se generan intereses que podrían acumularse en el tiempo y resultar en deudas impagables.
Tarjetas de débito. Son un medio ligado a una cuenta de ahorro, por lo que el usuario no puede exceder su capacidad de pago al gastar solo lo que tiene en la cuenta y, por lo tanto, no paga intereses. Aunado a ello, hay comercios que ofrecen descuentos al pagar de contado que puedes aprovechar, ya que estos plásticos funcionan igual que el dinero en efectivo.
Desventajas. No cuentan con seguros contra fraudes, por lo que si alguien consiguiera el acceso a la tarjeta, podría sustraer el dinero, el cual bajo ninguna premisa es rembolsable.
¿Cuál tarjeta es la más conveniente para comprar en línea?
Los cambios en el comportamiento del consumidor provocados por la pandemia que en los primeros meses parecían temporales, se están volviendo permanentes dando lugar al surgimiento de un nuevo consumidor que compra en cualquier lugar y en cualquier momento, especialmente si hay opciones de pago sin contacto disponibles, según revela un estudio de Visa sobre las Preferencias de los Consumidores durante COVID-19 en América Latina y el Caribe.
Por ello, muchas personas buscan hacerse con una tarjeta de crédito para poder realizar operaciones en línea, de manera segura y más cómoda. Sin embargo, también es posible conseguir estas ventajas con una tarjeta de débito a través de los procesadores de pago y evitar el endeudamiento al usar solo sus recursos disponibles.
A fin de cuentas, elegir entre una tarjeta de crédito o una de débito depende del perfil de consumidor y su disciplina en el manejo de sus recursos para cumplir con sus pagos en tiempo y forma para evitar el endeudamiento.
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