Ante las secuelas financieras que nos ha dejado la pandemia, hoy, vemos un aumento significativo en el número de personas y familias que están experimentando momentos difíciles, originados por algún imprevisto o situación fuera de control, como la reducción de ingresos por la pérdida de empleo de algún miembro de la familia, la falta de ahorros o la atención de una enfermedad.

En medio de este contexto, sin duda, una de las lecciones que nos deja esta experiencia inédita, desde el punto de vista de nuestras finanzas personales, es la imperante necesidad de cuidar nuestro presupuesto y dar prioridad a los gastos necesarios para poder afrontar, en la medida de lo posible, solo los compromisos que podamos asumir y/o estar preparados para algún imprevisto.

¿Sabías que las preocupaciones financieras son una de las principales causas de estrés y que, con el tiempo, además de que provocan una baja de defensas, se pueden convertir en problemas crónicos?

Hoy más que nunca, los expertos en finanzas personales hacen hincapié en la importancia de hacer un check up a nuestra salud financiera para identificar fortalezas y puntos débiles y, en tal caso, corregir o ajustar nuestra estrategia para poder sobrellevar momentos difíciles. Aquí algunas recomendaciones para llevarlo a cabo:

PASO 1. Análisis. Si llevaste un registro puntual de todos tus ingresos y egresos durante 2020, tendrás la radiografía perfecta, pero si no, trata de rescatar todos tus estados de cuentas, así como tus recibos de nómina y otros ingresos que hayas tenido (inversiones, aguinaldo, trabajos extra, rentas, etc.), para hacer tu balance.

PASO 2. Padecimientos. Lo más importante en este punto es saber si tus ingresos son suficientes para cubrir tus egresos, es decir, si estás gastando más de lo que ganas y, muy importante, si estás generando algún tipo de ahorro, ya sea para invertirlo en tu patrimonio (por ejemplo, si estás pagando tu vivienda) o para tener un “colchón” que te permita cubrir algún gasto imprevisto.

PASO 3. Edad y necesidades. Analiza tus indicadores de acuerdo a tu edad y situación familiar.  Para ello deberás acomodar tus números y asignar porcentajes a los rubros que consideres más importantes destinar tus ingresos: gastos fijos, deudas, ahorro, retiro, fondo de emergencias, educación de tus hijos, créditos hipotecarios, etcétera.

PASO 4. ¿Dónde te duele más? Si detectas que estás gastando más de lo que ganas tendrás que revisar tus gastos y recortar, eliminar o postergar algunos de ellos. Empieza por elaborar una lista de tus gastos por orden de importancia.

PASO 5. Una vez hecho el diagnóstico completo evalúa tus resultados y sé realista para no endeudarte más durante estas fiestas. Durante noviembre y diciembre se suele sumar deudas, comportamiento que al final puede afectar de manera importante no sólo tus finanzas, sino tu salud física y mental.

Llevar un presupuesto de gastos resulta ser una valiosa herramienta con la que las personas pueden cuidar su dinero mes con mes y empezar a construir un patrimonio.

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