Álvaro Chocano Ibañez | Gerente General Adjunto Cibergestión Chile
La ciberseguridad plantea desafíos cada vez más urgentes para las empresas, dada su responsabilidad en la gestión de datos críticos y operaciones, fundamentales para la economía global. En este escenario, la promoción del poder colectivo en el ámbito de la ciberseguridad se convierte en un elemento vital para la salvaguarda de la información y la infraestructura empresarial.
Octubre, designado como el Mes de la Ciberseguridad en Chile, brinda la oportunidad perfecta para reflexionar sobre la trascendencia de este enfoque colaborativo y su aplicación en el entorno empresarial.
Las empresas pueden establecer reglas sólidas de ciberseguridad que involucren a todos los colaboradores de todas las áreas. Además, hacer alianzas con otras organizaciones y unirse a grupos para compartir información sobre amenazas puede proporcionar datos valiosos sobre cómo los delincuentes informáticos operan y cuáles son nuestras debilidades. Invertir en la capacitación y concientización de los empleados sobre ciberseguridad es esencial para construir una cultura de seguridad fuerte toda empresa.
Ahora que entendemos la importancia del poder colectivo en la ciberseguridad, veamos algunas formas de impulsarlo:
1. Colaboración público-privada: La colaboración entre el sector público y privado se convierte en un pilar fundamental en la lucha contra las amenazas cibernéticas. Los gobiernos tienen la capacidad de proporcionar información crítica sobre amenazas que afectan a la seguridad nacional y los sectores estratégicos. Al mismo tiempo, las empresas privadas pueden contribuir significativamente compartiendo sus conocimientos y experiencia en la protección de datos y sistemas. Este intercambio de información no solo fortalece la capacidad de anticipar y prevenir ataques, sino que también puede conducir al desarrollo de estándares de seguridad más efectivos y políticas regulatorias que beneficien a la sociedad en su conjunto.
2. Compartir inteligencia de amenazas de manera coordinada: La participación activa en grupos de intercambio de información de amenazas es esencial para mantenerse actualizado y al tanto de tácticas de ataque en el mundo digital. Estos grupos permiten a las organizaciones compartir datos relevantes de manera segura y anónima, lo que es crucial para identificar y contrarrestar amenazas de manera efectiva. La colaboración en estos grupos no solo implica compartir información, sino también analizarla para comprender mejor la naturaleza de las amenazas y desarrollar estrategias de defensa más sólidas.
3. Fomentar la educación y la concientización en ciberseguridad: Tanto las organizaciones como los gobiernos deben invertir en programas de formación exhaustivos que capaciten a sus empleados y ciudadanos en la identificación de amenazas y las mejores prácticas de seguridad cibernética. Esto no solo incluye la formación técnica, sino también la concientización sobre la importancia de mantener la seguridad de la información y la necesidad de seguir buenas prácticas de ciberseguridad en la vida cotidiana.
4. Promoción de la inversión en investigación en ciberseguridad: Apoyar la investigación en esta área no solo lleva al descubrimiento de nuevas tecnologías y enfoques para combatir amenazas cibernéticas, sino que también puede conducir al fortalecimiento de la infraestructura digital en su conjunto. Esto implica financiar proyectos de investigación, colaborar con instituciones académicas y fomentar la innovación en el sector privado.
5. Responsabilidad compartida en la protección cibernética: Cada individuo debe asumir la responsabilidad de proteger su propia información en línea. Esto implica estar alerta ante las amenazas cibernéticas, utilizar contraseñas seguras, mantener el software y los dispositivos actualizados y educarse sobre los riesgos en el mundo digital. Además, las organizaciones y gobiernos tienen la responsabilidad de empoderar a las personas a través de la educación y la provisión de herramientas y recursos que faciliten la protección de la información personal y empresarial. La seguridad en línea es un esfuerzo compartido que requiere la participación activa de todos los actores, desde los individuos hasta las instituciones gubernamentales y las empresas.
El mes de la ciberseguridad es un momento para evaluar las estrategias de seguridad existentes, identificar posibles deficiencias y fortalecer las defensas cibernéticas. Además, es un recordatorio de que la ciberseguridad no es un esfuerzo individual, sino una responsabilidad compartida que requiere la colaboración de todos los actores involucrados en la empresa y la sociedad en su conjunto.
En Cibergestión hacemos uso de tecnologías de la información en nuestra operación diaria. Conscientes de los riesgos inherentes a ellas, contamos con estrictas políticas en Seguridad de la Información y Continuidad de Negocio.
La Seguridad de la Información nos permite preservar en nuestras acciones del día a día tres atributos fundamentales en el manejo de la información: confidencialidad, disponibilidad e integridad.
«No lo dejemos al azar, preparémonos»