Por: Paulina Sigüenza Chávez, directora de formalización en Cibergestión México
En los últimos años, la gestión del crédito ha evolucionado notablemente, pasando de procesos lentos y basados en el papeleo, a sistemas dinámicos y eficientes. Hace no tanto tiempo, los trámites financieros eran engorrosos, dependían de la interacción física y, en muchas ocasiones, las respuestas a solicitudes podían demorar días. Sin embargo, hoy en día, con la integración de plataformas multidispositivo y multiplataforma, estos tiempos se han reducido drásticamente, optimizando la interacción entre clientes y empresas.
La posibilidad de trabajar desde diversos dispositivos ha permitido a los clientes gestionar sus créditos desde cualquier lugar y momento, ya sea desde un teléfono móvil, una tableta o una computadora. Como directora de formalización, valoro enormemente la accesibilidad y transparencia que este ecosistema digital ofrece. El hecho de que un cliente pueda iniciar una solicitud en un dispositivo, continuar en otro y finalizar en un tercero, sin perder información ni tiempo, representa un avance significativo.
Este progreso no solo ha mejorado la experiencia del cliente, quien ahora puede interactuar en tiempo real con la empresa, sino que también ha potenciado la seguridad y el manejo de datos. Las plataformas en la nube permiten niveles de protección avanzados, asegurando la integridad de la información personal y financiera. Además, la analítica en tiempo real facilita una toma de decisiones más precisa, minimizando riesgos y mejorando la eficiencia.
El impacto de esta transformación digital en la experiencia del cliente es innegable. La rapidez, conveniencia y acceso constante a la información son ahora expectativas básicas en el mundo financiero. Los sistemas multidispositivo responden a estas demandas, brindando transparencia y una comunicación fluida entre la empresa y el cliente.
Mirando hacia el futuro, la integración de inteligencia artificial en estos sistemas promete ser la próxima gran revolución. Este avance permitirá ofrecer soluciones de crédito personalizadas y basadas en el comportamiento de cada cliente, todo de manera automatizada y accesible desde cualquier dispositivo.
En definitiva, la tecnología ha revolucionado la formalización crediticia, haciéndola más ágil, segura y centrada en el cliente.