Cómo reducir en un 50% el tiempo de escrituración con procesos integrados

Por PAULINA ALEJANDRA SIGUENZA CHAVEZ, Directora de Operaciones, Cibergestión México

La compra de una vivienda debería ser un momento emocionante, no un proceso lleno de trámites que parecen no acabar nunca. Sin embargo, todos sabemos que la formalización de una escritura puede extenderse semanas, incluso meses, entre idas y vueltas con bancos, notarios, registros y autoridades fiscales.

La pregunta es: ¿realmente tiene que ser así?

En Cibergestión hemos comprobado que no.

Con procesos integrados y tecnología bien aplicada, el tiempo de escrituración puede reducirse hasta en un 50%.

Y cuando hablo de integración, no me refiero solo a digitalizar un formulario: se trata de unir a todos los actores del proceso en un mismo flujo, transparente y automatizado.

El problema de la fragmentación

El modelo tradicional está lleno de puentes rotos:

  • El banco que envía la instrucción, pero espera días para confirmar.
  • El cliente que firma un documento en papel y luego lo reenvía digitalizado.
  • El notario que necesita cotejar datos manualmente con el registro.

Cada paso aislado genera retrasos, duplicación de información y, en el peor de los casos, errores que devuelven el trámite al inicio.

Procesos integrados: un antes y un después

La clave está en conectar el ecosistema hipotecario en un solo flujo:

  • Firma y validación segura: actualmente la formalización requiere la presencia del cliente ante notario por disposición legal, pero los procesos previos pueden optimizarse digitalmente para reducir tiempos y errores.
  • Interoperabilidad: que la información viaje en tiempo real entre banco, notaría, registro y tesorería, evitando la captura doble de datos.
  • Automatización inteligente: que el sistema detecte inconsistencias y valide requisitos sin esperar a que alguien lo revise manualmente.

Reducir a la mitad los tiempos de escrituración no solo significa eficiencia. También libera recursos, baja costos y genera una mejor experiencia para el cliente.

Más allá de la rapidez, lo que se construye es confianza. Cuando el cliente final percibe que su proceso fluye sin tropiezos, su satisfacción aumenta y su relación con la institución financiera se fortalece.

Próximo paso: escalar el modelo

La tecnología está lista.

El reto es que bancos, notarías, gobiernos y empresas tecnológicas sigamos empujando juntos hacia un ecosistema verdaderamente integrado.

En Cibergestión creemos que la escrituración no debería ser un maratón burocrático, sino un trámite ágil y seguro que acompañe uno de los momentos más importantes en la vida de las personas: estrenar su hogar.