Por Adrián Martínez
Director de Valuación en Cibergestión México
La valoración de activos está adoptando herramientas tecnológicas que están transformando su metodología y alcance. Tecnologías como la inteligencia artificial y el análisis predictivo comienzan a ser aliadas en la búsqueda de mayor precisión y eficiencia. Sin embargo, también traen consigo preguntas sobre cómo integrarlas de manera efectiva y ética.
La inteligencia artificial y la precisión como prioridad
La inteligencia artificial (IA) está abriendo nuevas posibilidades en el análisis de grandes cantidades de datos. Esto ha permitido identificar patrones y realizar estimaciones con un nivel de detalle que antes era complicado alcanzar. En mercados como el inmobiliario, estas herramientas son especialmente útiles para evaluar propiedades con base en factores históricos, actuales y proyectados.
A pesar de sus ventajas, la IA depende en gran medida de la calidad de los datos que utiliza. Garantizar que esta información sea representativa y confiable sigue siendo uno de los retos más importantes para asegurar la utilidad de los resultados.
Análisis predictivo: anticipándonos al futuro
El análisis predictivo, apoyado en el uso de big data, permite proyectar cómo podría comportarse el valor de un activo en diferentes escenarios. Esto ha facilitado una toma de decisiones más informada, sobre todo en sectores donde la volatilidad del mercado es constante.
Sin embargo, estas herramientas no eliminan por completo la incertidumbre. Aunque los modelos estadísticos están en constante mejora, siempre existirá la posibilidad de eventos inesperados que alteren las proyecciones.
Realidad virtual y aumentada: nuevas perspectivas para la evaluación
En el sector inmobiliario, herramientas como la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) han enriquecido la forma en que se evalúan los activos. Estas tecnologías permiten visualizar propiedades sin necesidad de visitas presenciales, lo que puede agilizar los procesos y ofrecer una perspectiva más clara del valor de los inmuebles.
Aunque estas herramientas no sustituyen la evaluación física en todos los casos, sí complementan el trabajo al proporcionar un nivel adicional de detalle que facilita la valoración.
En conclusión, las tecnologías emergentes están marcando un cambio en la manera de abordar la valoración de activos. Aunque su adopción aún es gradual en muchos casos, es evidente que el sector avanza hacia un modelo más ágil, basado en datos y abierto a nuevas posibilidades.
El reto no solo es incorporar estas herramientas, sino también entender sus limitaciones y encontrar el equilibrio adecuado entre tecnología, experiencia profesional y necesidades del mercado. Estamos en un momento en el que la innovación no es opcional, sino una herramienta para mantenernos vigentes y ofrecer resultados más precisos y confiables.
En Cibergestión, nuestro compromiso es estar a la vanguardia en la transformación del sector, trabajando de la mano con nuestros clientes para integrar las mejores prácticas y tecnologías disponibles.