Por Anuar Hurtado Salame, Director de Procesos en Cibergestión
Cada 5 de junio, el mundo se detiene un momento para hablar del medio ambiente. Desde 1973, Naciones Unidas nos recuerda en esta fecha que todos —gobiernos, empresas, personas— tenemos un papel que jugar frente a la crisis climática. Y el sistema financiero, por supuesto, no se queda fuera de esta conversación.
Desde el Acuerdo de París, las instituciones financieras han asumido un compromiso claro: empujar hacia una economía más limpia.
En ese esfuerzo, el crédito hipotecario tiene mucho que aportar. ¿Cómo? Integrando criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) desde la raíz.
En Cibergestión vemos este desafío como una oportunidad. Llevamos más de dos décadas trabajando con el ecosistema hipotecario en América Latina, colaborando con 24 bancos en 7 países y gestionando más de 185,000 créditos.
Nuestro foco siempre ha sido claro: usar la tecnología para transformar procesos y hacerlos más simples, seguros y sostenibles.
Uno de los pasos más importantes que hemos dado ha sido migrar nuestras plataformas a la nube. Esto no solo mejora el rendimiento, la seguridad y la escalabilidad: también reduce considerablemente las emisiones. Hay estudios que señalan que este tipo de migración puede bajar la huella de carbono hasta en un 98 %.
También implementamos inteligencia artificial para automatizar procesos clave como la originación o la formalización de un crédito. Incluso apoyamos la cancelación digital de hipotecas, para evitar que el exceso de trámites y papel siga siendo la norma.
Gracias a nuestras soluciones digitales, hoy es posible llegar a personas en lugares donde antes el acceso al crédito era limitado. Y eso tiene un doble valor: impulsa la inclusión financiera y refuerza nuestro compromiso con la sostenibilidad.
En Cibergestión estamos convencidos de que digitalizar no es suficiente. Lo que buscamos es transformar los procesos de fondo, con soluciones más responsables, más humanas y alineadas con los retos de nuestro tiempo.