1. Encriptación de datos: Es vital que toda la información que se maneja en las transacciones hipotecarias esté encriptada. Esto asegura que, incluso si los datos son interceptados, no puedan ser leídos o utilizados.
  2. Autenticación multifactor (MFA): Este sistema añade una capa adicional de seguridad, requiriendo que los usuarios verifiquen su identidad no solo con una contraseña, sino con un segundo factor, como un código enviado a su teléfono móvil.
  3. Capacitación al personal: Una gran parte de los ataques exitosos se deben a errores humanos. Es fundamental que los empleados estén capacitados para reconocer amenazas como correos electrónicos sospechosos y tácticas de ingeniería social.
  4. Actualización y monitoreo: El panorama de ciberseguridad cambia constantemente. Los sistemas y aplicaciones que utilizamos para gestionar los datos hipotecarios deben estar actualizados con los últimos parches de seguridad. Además, es necesario monitorear de manera proactiva cualquier actividad sospechosa en los sistemas.
  5. Políticas de acceso restringido: No todos los empleados necesitan tener acceso a toda la información. Es clave establecer políticas claras sobre qué nivel de acceso tiene cada persona dentro de la organización.

Te recomendamos: