Eduardo Benavides Visconti, Tribe Líder Hipotecario e Inmobiliario de Banco de Crédito del Perú, reflexiona sobre las transformaciones necesarias en el sector hipotecario peruano. En un análisis detallado, Eduardo resalta dos aspectos clave: la evolución de las necesidades del cliente y la inmediatez en los procesos hipotecarios.
Eduardo señala que el cambio en las necesidades del cliente es fundamental para el desarrollo de nuevos productos. Las instituciones financieras deben adaptarse a estos cambios creando productos que se ajusten a nichos específicos de la población. Por ejemplo, menciona el lanzamiento de productos como el crédito mancomunado y el «joven potencial,» diseñado para jóvenes profesionales que buscan adquirir una vivienda mayor a su capacidad actual, con la expectativa de crecimiento en sus ingresos futuros.
Asimismo, la inmediatez se ha convertido en una exigencia común, influenciada por el dinamismo de las redes sociales. Eduardo subraya la necesidad de simplificar y acelerar los procesos hipotecarios, adaptándose a la era digital. Menciona ejemplos como la obtención rápida de documentos y la firma digital, que son pasos esenciales para agilizar estos trámites. La digitalización no solo mejora la eficiencia, sino que también responde a la demanda de los clientes de procesos más rápidos y menos burocráticos.
Otro punto importante es la evolución en la evaluación de clientes. Eduardo destaca la importancia de innovar en los modelos de evaluación, aprovechando la gran cantidad de datos disponibles. La idea es pasar de un modelo segmentado tradicional a uno que considere aspectos más amplios y horizontales.
La implementación de planes de ahorro para aquellos que no pueden demostrar ingresos y la pagos de alquiler como comprobación de capacidad de pago son ejemplos de estas innovaciones. También aborda la necesidad de reformas en las políticas públicas y un enfoque en la sostenibilidad. Menciona el programa «Mi Vivienda» en Perú, que aunque es efectivo, presenta deficiencias en los segmentos de menores ingresos. La colaboración entre el gobierno, las entidades financieras y los desarrolladores inmobiliarios es esencial para mejorar estos programas y hacerlos más inclusivos.